18 de enero de 2012

SOPA, PIPA y la trampa de la razón

Si existe un lugar -además de los Sueños- en donde la libertad, la creatividad y la construcción individual y colectiva contribuyen al conocimiento humano, ese lugar es el ciberespacio o Internet. 

No dejemos que la razón instrumental termine con nuestra capacidad ilimitada de creación.

NO a las leyes SOPA y PIPA!


http://es.wikipedia.org/wiki/Stop_Online_Piracy_Act

http://www.sopastrike.com/

http://betamina.com/ley-sopa-explicada-por-quino/

21 de diciembre de 2011

Parálisis del Sueño: ¿Enfermedad o camino inexplorado?

En ciertas ocasiones, mientras dormimos podemos experimentar lo que la ciencia ha descrito como Parálisis del Sueño y ha sido clasificada dentro de una de las alteraciones de la función normal del sueño, es decir, que en el momento de acostarnos algo fuera de lo común estaría ocurriéndonos. Pero ¿es realmente la Parálisis del Sueño un fenómeno desviado del refugio de la normalidad? o también podría ser el cambio de curso de un río que nos conduciría a una maravillosa isla en la que tendríamos la posibilidad de vivenciar increíbles experiencias?


Desde el punto de vista biológico y evolutivo, la parálisis del Sueño se explica como un desfasaje en la secuencia del estado REM (Movimiento Ocular Rápido o Rapid Eye Movement). Durante este estado, se supone que el cuerpo permanece paralizado para evitar que cualquier imagen que soñemos provoque un movimiento que pueda amenazar la supervivencia biológica mientras descansamos. Asimismo, en esta fase, no deberíamos estar conscientes mientras dormimos; pero a veces esto no sucede así.

Cuando la función consciente del cerebro se incorpora dentro del período de sueño justo en el momento en que se produce la fase REM, el ciclo regular del sueño~vigilia se ve alterado, produciendo de esta manera la parálisis del Sueño. En otras palabras, puede ocurrir que estamos en medio de quedarnos dormidos profundamente pero aún nos rehusamos a caer en el Sueño y luchamos por mantenernos despiertos. En este estado, en el cuál los ojos pueden estar abiertos o cerrados, percibiremos el ambiente aunque tendremos la sensación de que no podemos mover el resto del cuerpo o tendremos la impresión de que estamos cayendo en un pozo profundo.

"The Nightmare (La Pesadilla)"(1781) por Henry Fuseli, (1741-1825)



Este fenómeno ha sido encontrado en el folclore de distintas culturas quiénes describen a este episodio como un momento de máximo terror y desesperación. Otras veces también se relatan sensaciones como opresión en el pecho y ruidos extraños tales como zumbidos o voces. Esto ha tejido un entramado de misterio y fascinación respecto a tal evento; el mundo moderno lo ha desencantado y le ha dado una forma lógica y medicalizada.

Desde otra perspectiva, propia de quiénes hemos experimentado tal fenómeno, podemos decir que si bien la ciencia parece haber descrito en su totalidad los eventos que rodean a la experiencia de la parálisis del Sueño, las investigaciones científicas aún mantienen la perspectiva materialista y biologicista en lugar de incorporar en el abordaje un punto de vista más amplio. Por ejemplo, comprendiendo que -en algunas personas- la parálisis consiste en una instancia previa a la separación entre el cuerpo físico y la consciencia, es decir, como parte de la mayoría de las Experiencias Fuera del Cuerpo (EFC).

No obstante, el paradigma científico imperante no es la única barrera para la investigación desprejuiciada de estos fenómenos. El folclore que rodea a la parálisis del Sueño -tal como lo mencionábamos arriba- también recluye a esta experiencia dentro del territorio de lo prohibido y demoníaco, ya sea basándose en los relatos de quiénes lo han vivido como una experiencia terrorífica asociándola con la Muerte o porque las instituciones religiosas necesitan controlar a sus creyentes y monopolizar las experiencias espirituales a través de sus propias concepciones. De esta manera, la cultura en su totalidad actúa como un obstáculo para el conocimiento de ciertos temas como los Sueños.

Quizás esto sucede menos en el campo del Arte, dado que es en donde damos lugar a la exploración bajo el tamiz del entretenimiento, la moda o la vanguardia, engañando a la mirada acusadora de la normalidad. Dante Alighieri, Emanuel Swedenborg, Jacob Boehme, Louis-Claude de San-Martin, Henry Fuseli, William Blake, Antonin Artaud, Jerzi Grotowski, y tantos otros que fueron y que vendrán, osaron comunicar con su arte aquello que sólo puede experimentarse si nos atrevemos a dar el próximo paso. 


Así que ya saben...la próxima vez que algo así esté ocurriendo sólo déjense ir, disfruten de la experiencia e intenten ir más allá; quizás puedan visitar el Reino de las Hadas...

Titania y Oberón (1793/4) por Henry Fuseli


13 de diciembre de 2011

Introducción a la Experiencia fuera del Cuerpo, Sueño Lúcido y Proyeccion Astral

Ya es tiempo de mencionar algunas diferencias acerca del fenómeno de los Sueños y sus derivados. 

Robert Bruce, en su Manual sobre Experiencias Fuera del Cuerpo hace una clara distinción entre ésta, un Sueño Lúcido y una Proyección Astral

Según el autor, la Experiencia Fuera del Cuerpo (EFC, traducción literal de Out of Body Experience OBE)
  "es una proyección en tiempo real, cerca del mundo físico. Esta usualmente ocurre como parte de una experiencia cercana a la muerte, es decir, cuando una persona es sacada de su cuerpo como resultado de algún trauma severo: un accidente automovilístico, intervención quirúrgica, paro cardíaco, parto, etc".
La EFC puede ocurrir por dos causas principales: i)la experiencia cercana a la muerte con o sin la eventual muerte física, es decir, la separación definitiva entre el cuerpo físico y su doble o ii)la activación de los centros energéticos que provocan una transferencia de sustancia etérica hacia el el doble astral, mientras la consciencia no sufre una alteración en su continuidad durante tal proceso. En una palabra, la EFC es la separación de nuestra consciencia del cuerpo físico mientras éste permanece en reposo y al mismo tiempo logramos apreciar objetivamente nuestro entorno. A fines prácticos, es esta segunda posibilidad la que nos interesa, dado que es aquella que nos permitirá explorar las funciones trascendentales de nuestra mente durante nuestro tiempo de vida.

Por otro lado, nos encontramos en una Proyección Astral cuando percibimos la realidad de una manera diferente luego de la separación del cuerpo físico. Aparición y desaparición de objetos, flotar o volar, hablar con criaturas fantásticas, percepción de sonidos y luces de manera vívida, sensaciones extrañas, etc. todas estas pueden encontrarse en una Proyección Astral. Sin embargo, esta cualidad también la comparten los Sueños en general y los Sueños Lúcidos, con la diferencia de que la continuidad de la consciencia no es usual durante la etapa del Sueño común.

Al respecto Bruce menciona que:

"Si te pierdes la salida consciente desde tu cuerpo, entonces técnicamente estás teniendo un Sueño Lúcido, no una Proyección Astral, ya que te has hecho consciente después de la separación."
Entonces, un Sueño Lúcido, también involucra una continuidad en la consciencia durante la etapa del Sueño, entendida como un evento dentro de un mismo Sueño, es decir, una toma de consciencia respecto a que se sabe que se está soñando. De esta manera, todas las facultades de la consciencia como la memoria, la racionalidad y la lógica causal, irrumpen en el contexto onírico, dándonos la posibilidad de manipular el Sueño y adaptar la experiencia a nuestro parecer. 

En resumen y para finalizar esta breve introducción, tanto el Sueño Lúcido, la Proyección Astral como la EFC comparten la cualidad de que la consciencia - entendida como una sustancia que puede volcarse en un vehículo y ser transportada - puede existir independientemente del cuerpo físico y en este estado es posible aprovechar ciertas facultades que estando "dentro" del cuerpo no sería común efectuarlas.

24 de noviembre de 2011

El Hombre Vertiente: entre la Vigilia y el Sueño

Es temprano por la mañana, y el sonido de una voz conocida nos indica que es momento de despertarnos y que debemos acudir a nuestras obligaciones diarias. Sin embargo, nuestro cuerpo se siente cansado y nos cuesta levantarnos. Sin darnos cuenta caemos en un sopor aún más pesado pero de pronto la escena cambia...nos levantamos tranquilamente y comenzamos a vestirnos. Nuevamente aquella voz interrumpe nuestras acciones. Inmediatamente algo nos dice que en realidad nunca estuvimos despiertos del todo, y que lo anterior se trató de un engaño que ocurrió en el límite entre el Sueño y la Vigilia. Este es un claro ejemplo de un falso despertar. 

 
Para muchos, la escena previa puede resultarnos frustrantemente familiar al notar que cuando pensábamos que ya estábamos levantados, debemos realizar todas esas acciones otra vez. Es como si sintiéramos que hemos perdido el Tiempo. Ahora bien, existen otras situaciones en donde este mismo Tiempo parece diluirse sin que nos hayamos dado cuenta y la sensación de no saber si estar despierto o soñando es muy vívida. Este es el caso de la puesta en escena de El Hombre Vertiente.

El viaje de un héroe por sus mundos internos, enfrentándose con el poder de los cuatro elementos. El Agua, simbólicamente relacionada a lo inconsciente y a las emociones, es quién perturba su estado inicial y lo conduce a explorar el control y descontrol de sí mismo. Cuando estas aguas nos son desconocidas o las rechazamos, ellas se vuelven contra nosotros y aparecen los monstruos y bichos que atentan contra el equilibrio psíquico, llevándonos a una cárcel de la cuál sólo puede escaparse a través de una muerte de nuestro Ego. Así, como una serpiente que se desprende de su antigua piel, la nueva personalidad emerge mientras se rinde ante sus enemigos que ahora se vuelven sus aliados.

Primero, se vive la experiencia de los elementos más pesados e instintivos: el Agua y la Tierra con su frío y humedad. Una vez comprendidos y vivenciados, surge la calor y la sequedad de el Aire y el Fuego, no sin oscilar entre la desolación y la euforia, el éxtasis y la desesperación.
El Hombre Vertiente es una historia que trasciende cualquier cultura o idioma, ya que son las imágenes míticas quienes tejen la trama del héroe en busca de su autoconsciencia. Y en esta travesía, lo femenino y lo masculino se polarizan para luego volver a integrarse en una celebración colectiva por el triunfo de la vida presente, con todas sus alegrías y desdichas.

En esta fiesta por la condición humana, nos ubicamos nosotros como espectadores o  participantes. Quién observa con cautela e intenta controlar el ambiente, será un espectador. Mientras que quién se involucra con la trama no dejará de sentir que al finalizar la función, no sabe con certeza si lo que ocurrió allí fue un Sueño o si en realidad nunca despertó.


Fuente: http://www.hombrevertiente.com/

10 de diciembre de 2010

Psicomagia: el acto onírico y la "trampa sagrada"

Reiteradas veces hemos hablado sobre la separación entre Sueño y Vigilia, y cómo el pensamiento moderno necesita de esta separación para establecer un criterio de realidad y verdad.  Sin embargo, a través de nuestro recorrido tratamos de enfatizar la idea de que tal división puede de-construirse. Planteamos la posibilidad de una nueva amalgama en donde los Sueños puedan formar parte de la realidad, estableciendo un diálogo entre estas dos esferas de la acción humana. Para tales fines, hemos tejido relaciones con el Teatro así como el Arte y la Tecnología, entre otras. En esta ocasión, hablaremos sobre el acto onírico como una irrupción del mundo de los Sueños en la vida cotidiana.

En las culturas herederas de los pueblos aborígenes en todo el planeta, se destaca al chamanismo como una tradición médica que comunica el mundo de los vivos con el de los espíritus, tanto de seres humanos como de plantas, animales o minerales. Aquí el universo se encuentra en comunión y el mundo de los Sueños y de la Vigilia no se ven separados, como así tampoco lo está el relato mítico de los hechos históricos. Los acontecimientos y hazañas heroicas de las leyendas de un determinado pueblo no se cuestionan en si tal o cual personaje verdaderamente hizo tal o cual proeza, por más increíble que parezca. 


En este contexto, varios hombres y mujeres modernos han logrado aprender de las enseñanzas de estos curanderos, brujos y brujas que aún trabajan con humildad y en beneficio de quién lo necesite. En el caso que veremos a continuación  la tradición chamánica  ha sido reelaborada a través del teatro y la psicología profunda. 

Alejandro Jodorowsky es el creador de la Psicomagia, un arte terapéutico que consiste en la realización de un acto creativo llevado a cabo por el consultante luego de una evaluación diganóstica de su entorno afectivo y la naturaleza de la consulta. El objetivo es crear una "trampa sagrada" para engañar a la consciencia y así catalizar el proceso de curación. Veamos un ejemplo:

"Una señora padecía un mareo constante. Un simple charco de agua bastaba para hacerle sentir vértigo. Le aconseje que pusiera que los pies entre los muslos de una mujer y restregara la planta con la vulva[...]Este acto le provocó una crisis de llanto, seguida de una revelación salvadora. El significado de sus vértigos era el miedo a ser engullida por su madre, pavor ante el sexo materno, etc."


El escritor, dramaturgo y director de cine, explica que estos actos recetados por él mismo son producto de su intuición con quién logra percibir el problema de los consultantes. Esta técnica fue adquirida a lo largo de sus experiencias personales, pero se nutrió mucho más durante su estadía en México, en donde mantuvo contacto con varios curanderos que prescribían a sus pacientes soluciones de este tipo. Aunque a simple vista parecen ser acciones muy rudimentarias, no muy diferentes a las recomendaciones de brujos y videntes contemporáneos -según testimonios*cuando los consejos psicomágicos son llevados a cabo por los consultantes, la mayoría parecen tomar consciencia de su problema, conduciéndolos al comienzo de una cura.


Ahora bien, más allá de esta forma terapéutica y sus intrigantes procedimientos, el autor de la Psicomagia cuenta como a lo largo de sus experiencias oníricas, fue adquiriendo las herramientas para actuar sobre la vigilia:


"El Sueño lúcido  me enseñó a moverme por el interior de una realidad dúctil en la que siempre puede producirse cualquier mutación, cualquier transformación. [...]el solo deseo de encontrarme en África, entre las manadas de elefantes, era suficiente para transportarme hasta allí. En este otro modo de sueño que es la "realidad", también es mi cerebro, la forma en que yo me represento en el mundo, lo que determina lo real."


Entonces, a través de estos actos psicomágicos que tendrían más sentido en un contexto onírico o en una creación artística, es que las personas lograrían engañar a lo inconsciente, a través del lenguaje simbólico,  de manera tal que la vida real es tratada como un Sueño del cuál se intentará adquirir la lucidez:


"Puesto que soñamos nuestra vida, vamos a interpretarla y descubrir lo que trata de decirnos, los mensajes que quiere transmitirnos, hasta transformarla en Sueño lúcido. Una vez conseguida la lucidez, tendremos la libertad para actuar sobre la realidad, sabiendo que si sólo tratamos de satisfacer nuestros deseos egoístas seremos arrastrados, perderemos el control y por lo tanto, la posibilidad de hacer un acto verdadero."


Aquí también vemos otro aspecto importante. La identificación y el derrotero del ego cuando se deja llevar por una situación onírica, ya sea por un deseo exagerado dentro de un Sueño (avaricia, lujuria, etc.) o por el miedo que causa una pesadilla, finalmente causa la pérdida de lucidez en el Sueño. Perdemos el control y nos identificamos con él, de tal forma que el Sueño es soñado en lugar de vivido.  Sin embargo, un acto de distanciamiento y no identificación permite adquirir el control de los Sueños y modificarlos a voluntad para develar un significado expresado en símbolos. El Sueño vuelve a pertenecernos y podemos aprender de él. 


De la misma manera, el distanciamiento puede servirnos para irrumpir en la realidad no onírica y comprender los escenarios que vamos creando en nuestra propia Vida-Sueño. El hecho de contemplar aquello que acostumbramos nombrar como "vida real" bajo la perspectiva psicomágica, es decir,  a través del sano equilibrio entre deseo y distanciamiento, junto a la conversión de nuestras vivencias en actos oníricos, transformará la vida misma en una obra de teatro cuyo límites están dados por la imaginación. Y así, el "despertar es dejar de soñar, desaparecer de ese universo onírico para convertirse en aquel que lo sueña".




*Tanto los testimonios como las experiencias que condujeron a Alejandro Jodorowsky a la creación de la psicomagia están referidas en su auto-biografía "Psicomagia"

30 de julio de 2010

Las pesadillas y la noche del alma

«Y Helios se sumergió, y todos los caminos se llenaron de sombras. Entonces llegó nuestra nave a los confines de Océano de profundas corrientes[...]Nunca Helios, el brillante, los mira desde arriba con sus rayos, ni cuando va al cielo estrellado ni cuando de nuevo se vuelve a la tierra desde el cielo, sino que la noche se extiende sombría sobre estos desgraciados mortales[...]Entonces se empezaron a congregar desde el Erebo las almas de los difuntos, esposas y solteras; y los ancianos que tienen mucho que soportar; y tiernas doncellas con el ánimo afectado por un dolor reciente; y muchos alcanzados por lanzas de bronce, hombres muertos en la guerra con las armas ensangrentadas. Andaban en grupos aquí y allá, a uno y otro lado de la fosa, con un clamor sobrenatural, y a mí me atenazó el pálido terror.»1
Así relata el canto XI de La Odisea, que muestra el viaje que debió realizar Odiseo (Ulises) a las profundidades del Hades o el inframundo, el reino de los muertos, como parte de la travesía de regreso a su hogar, Ítaca, junto a su esposa Penélope. Este acontecimiento suele compararse con otros mitos y leyendas,  y se lo conoce como el descenso a los infiernos (Descensus ad Inferos). En el mito particular de la Odisea es nombrado también como "La invocación a los muertos" (νεκυια, nekyia), dado que en este canto, para poder adentrarse en el reino de las almas, Odiseo debió sacrificar parte de su ganado con el fin de honrar al dios subterráneo. 

En el lenguaje de los Sueños, la presencia de personas o animales muertos, escenas sangrientas, disputas, y oscuridad junto a toda la atmósfera que se genera, evoca situaciones por las cuáles más de una vez hemos pasado y que también forman parte del mundo onírico. No es difícil identificar todos estos elementos con aquellos de nuestras pesadillas: momentos desagradables en donde la desesperación, el terror y el conflicto predominan. Muchas veces inútilmente intentamos gritar, correr o luchar y la voz nos traiciona, las piernas no responden o nuestros golpes son tan débiles que no pueden herir a la criatura o al objeto que nos hostiga. En el mejor de los casos, estas experiencias desgradables desaparecerán en cuanto algún mecanismo de la consciencia nos devuelva a la vigilia.

Así como Odiseo necesitó descender al Hades para consultar al sabio Tiresias sobre su travesía de vuelta al hogar y debió enfrentarse con la Muerte, las pesadillas se nos presentan como los miedos cotidianos transformados en criaturas o situaciones espantosas que nos ponen a prueba en el mundo de los Sueños. Si somos cautos y decidimos enfrentar las pesadillas de manera inteligente, quizás hasta podamos alcanzar la lucidez en pleno estado onírico. Esto nos permitiría quitar las máscaras temibles con las que se manifiestan las pesadillas y adquirir el control de las situaciones, aprendiendo que en la oscuridad de la noche, en el interior de la tierra, alberga una luz que espera ser descubierta.
Fragmento de "Disolver y Coagular" por Ricardo De Luca© 2008.


1-Referencia: http://www.apocatastasis.com/odisea-homero.php#11#ixzz0ueN1E2jY
© Apocatastasis: Literatura y Contenidos Seleccionados

22 de julio de 2010

El Tiempo del Sueño

Entre las islas del continente de Oceanía, se destaca aquella de mayor extensión cercana a los 4.000 km de ancho, su nombre: Australia. La misma alberga a un conjunto de pueblos -probablemente de los más antiguos sobre la Tierra- quiénes llegaron desde Asia hace 40.000 años. 

Los variados dialectos conforman distintos grupos pero que comparten un tipo de organización tribal cuyos miembros se vinculan a través de sistemas totémicos. Los aborígenes australianos a su vez se distinguen por ser pueblos cazadores-recolectores, cuyas herramientas de caza son conocidas mundialmente por su peculiar diseño: el bumeran.

Actualmente, casi integrados en su totalidad a la vida occidental australiana, y luego de que su población haya descendido desde el millón hasta uno 200 mil, los aborígenes de Australia intentan mantener sus tradiciones a través de rituales, producciones artísticas y literarias, evitando la pérdida de los valores culturales.

Como parte de estas tradiciones encontramos a la producción mitológica. Los abórigenes australianos creen que el origen y creación del mundo tuvo como protagonistas a seres legendarios que vivieron en un tiempo diferente al que los seres humanos podemos comprender. Este tiempo sobrenatural es conocido como Alchera, literalmente "Tiempo del Sueño". Allí se relatan historias sobre viajes de espíritus ancestrales llamados Wondjina, quiénes crearon el mundo y dieron vida a los seres humanos, animales y plantas. Luego de esto, viajaron por toda Australia y enseñaron a los humanos la manera de sobrevivir y convivir con el resto de la naturaleza. Una vez hecho esto, los Wondjina se retiraron al interior de la Tierra y pasaron a formar parte del mundo natural ya sea como aves, piedras, ríos, etc. De acuerdo a estos relatos, también existe una forma de acceder al Tiempo del Sueño mediante rituales vinculados a los totems, que incluso en la actualidad se siguen practicando. 

Pintura rupestre acerca de los Wondjina

Entre tantos mitos, encontramos aquél sobre una diosa, la Madre Serpiente, quién representaba a los poderes de la fertilidad y creación de vida. Una de las versiones cuenta que esta diosa aún vive en el Tiempo del Sueño y cada tanto regresa para crear más vida. La misma diosa también es conocida como  Eingana o Madre Muerte, y se dice que posee un "nervio de vida" que la une con todas las criaturas de la Tierra, de tal forma que cuando uno de estos se suelta, cesa su vida, y de igual manera, si la diosa muriera, toda la vida del planeta dejaría de existir. 

Los Sueños, como lo muestra la mitología aborigen australiana, forman parte de algo a lo que no estamos acostumbrados a percibir, tienen su propio tiempo y espacio. Y en ellos habitan las más fabulosas criaturas que presentan la misma capacidad para brindar muerte como vida, porque éstas pertenecen a una realidad en donde confluyen todas las fuerzas contrarias. De esta manera, con las prácticas adecuadas y el respeto por todos los seres que habitan el mundo de los Sueños, podemos aprender a enriquecer la vigilia, nuestra isla flotante en un océano desconocido e inconmensurable. 


Fuente: http://www.pantheon.org/areas/mythology/oceania/aboriginal/articles.html