En post anteriores hemos hablado de los Sueños y el plano astral una representación espacial más o menos tangible del mundo onírico. Allí, la imaginación y el poder creativo de los Sueños alcanzan su mayor magnitud gracias a la capacidad de control, producto de la toma de consciencia dentro del estado de Sueño. El mundo astral, como representación social ha adquirido mayor fuerza en las últimas décadas a partir de las influencias de la contracultura norteamericana como el New Age y por el surgimiento de nuevos métodos de análisis psicológico o terapias inspiradas en disciplinas orientales.
Sin embargo, esta idea de un mundo astral al que se tiene acceso por medio del Sueño o a través de los Estados Alterados de Consciencia (Altered States Consciousness) causados por agentes externos, no es originalmente de la modernidad. Encontramos prácticas y teorías de filósofos de la época pre-cristiana y más tarde durante el renacimiento, cuyos trabajos escritos nos han llegado hasta la actualidad en los cuales comentan la posibilidad de realizar "viajes" a través de un estado hipnagógico, punto de inflexión entre el Sueño y la vigilia, y obtener revelaciones y experiencias que favorezcan la evolución personal y colectiva. Nombres como Theophrastus Phillippus Aureolus Bombastus von Hohenheim (Paracelso), Nostradamus, Cornelius Agrippa, Pico Della Mirándola, Jakob Böhme, y tantos otros no son ajenos a la historia de la ciencia, la magia y la religión judeo-cristiano-islámica.
Pero no es necesario hablar del pasado cuando en la actualidad tenemos referentes similares en quiénes se puede vislumbrar cierta conexión ideológica respecto a las representaciones de los mundos alternativos como paradigma de una realidad multidimensional. Estos son artistas que no se conforman con la expresión y la creatividad solamente sino que involucran los avances tecnológicos recientes para ampliar sus obras y para que puedan trascender más allá de la estética hacia una praxis aquí y ahora. La insolencia del artista es un componente catalizador de revolucionarias ideas para las estructuras científicas y si a esto le sumamos la devoción por intentar penetrar en los misterios de lo trascendente, disponemos de los ingredientes necesarios para una alquimia de las ideas.
Y no es el primero ni el único. Ya hace unas décadas Brion Gysin e Ian Sommerville crearon la dreamachine: extravagante objeto artístico y psicodélico que a través de su estimulación visual genera un estado hipnagógico en el operador. Con pocos materiales más que un motor correctamente regulado, una lámpara y un cilindro grabado a gusto, esta máquina logra acelerar el proceso natural de transición de la vigilia al Sueño y tomar control de éste, teniendo la posibilidad de recrear un Sueño lúcido.
El proyecto “lilith” es un tanto más ambicioso: ayudado por electrodos que transmiten datos de los pulsos eléctricos del cerebro y los latidos del corazón a una interfaz, un programa de computadoras específicamente diseñado para estos fines recrea un conjunto de ambientes o escenarios a los cuáles el operador tendrá acceso visual de acuerdo al estado general de su organismo psico-físico retroalimentado por la estimulación de melodías techno que interactúan con sus estado anímicos.
Mientras estas obras se mantengan en el plano de lo artístico, a pesar de que coqueteen con la ciencia y la técnica, será intrigante. Pero existe un riesgo y es aquél que surge de la necesidad de control por parte del “espíritu científico” que con sus intenciones de progreso y conocimiento exacerbados por los intereses económicos, casi siempre terminan por desencantar empaquetando, clasificando y vendiendo lo que ayer fueron ideas osadas en productos para el consumo. Por ahora, soñar continua siendo gratis…!aprovechemos!
La Dreamachine de zoas23zoas