Los Sueños representan el mundo moderno el aspecto más tangible de aquellas cuestiones que aún permanecen vedadas para las explicaciones que le dan peso y medida a todos los fenómenos, tanto celestes, terrestres y psicofísicos. Aún así, muchos tratan de ignorarlos, ya sea porque "no tienen tiempo" para ocuparse de su mundo interior o bien porque la voz más oficial que ha hablado de los Sueños -el psicoanálisis- ha dejado incluso de tener la autoridad de hace décadas atrás.
Como hemos reflexionado antes, podemos sumar a los Sueños con su hermana la Muerte como parte de ese "otro lado", al que la gente prefiere no adentrarse demasiado. Sin embargo, aún encontramos vestigios de sabiduría de otras culturas y pueblos -algunos ya desaparecidos, otros transformados y reformulados- quiénes no han temido acercarse a los misterios de la naturaleza humana y siempre han aceptado la vida y la muerte de manera tan natural y maravillosa (además de temerosa) como la salida y la puesta del sol o el ciclo de las estaciones. Tal es la esencia de la celebración del "Fin del Verano" para los Celtas.
Los registros arqueológicos remontan la celebración de esta fiesta hasta el siglo I DC a partir del descubrimiento de un calendario en la comunidad de Coligny dentro del departamento de Ain, Francia, en el año 1897. Se trata de una placa de bronce conocida como "Calendario de Coligny" de la que se rescataron 73 fragmentos y se cree que su tamaño original era de alrededor de 1,5m de ancho y 1m de alto. Allí se describen aspectos astronómicos y la confección de un calendario lunisolar, es decir, que ajusta los ciclos solares anuales a los movimientos de la luna para crear una sola forma de medir el tiempo. Por último, la placa de bronce fue escrita en caracteres románicos aunque denotando palabras en idioma gaélico y se la encontró junto a una estatua que suele identificarse con el dios greco-romano Ares/Marte.
Fragmentos del Calendario de Coligny. Encontrado en Francia -1897-
Dejando los datos técnicos para los interesados, la importancia de la fiesta que aún es celebrada el 31 de Octubre en el hemisferio norte ofrece un simbolismo riquísimo para nutrir nuestra imaginación. Su nombre es Samhain y actualmente se la suele identificar erróneamente con su versión cristianizada "Todos los Santos" y "Halloween", celebrada el 1 y 2 de Noviembre respectivamente. Salvo por los practicantes de las nuevas religiones o revisionistas que intentan recuperar los tesoros culturales de los celtas, son muchas las personas que olvidan el verdadero origen de Samhain. El nombre en su conjunto se traduciría como "Fin del Verano", ya que para el hemisferio norte, el mismo estaría finalizando aproximadamente el 21 de Diciembre. De esta manera, Samhain se anticipa al frío y el ciclo de mayor oscuridad que llegará en el Solsticio de invierno. De ahí que es probable que esta fiesta también se haya celebrado durante el comienzo de las primeras heladas, aún en temporada otoñal.
La celebración de Samhain hoy la podemos entender en dos niveles que trabajan simultáneamente: por un lado se consagra el paso de la fase de máxima luz y calor estival hacia la etapa más oscura y fría del invierno. Pero también es en ese momento que las barreras entre el mundo de los vivos y el de los muertos (los ancestros) se debilitan para que ambos reinos tengan contacto y compartan esta festividad. Al mismo tiempo, se está evocando un mito cosmogónico (del origen del Universo) que se vivifica una y otra vez con esta fiesta ya que a su vez representa el fin y el inicio de un nuevo año según este calendario.
La Diosa Cerridwen y el caldero mágico de la regeneración.
Se cree que en esta festividad las familias se juntaban frente a una gran hogera y allí danzaban y cantaban al mismo tiempo que arrojaban al fuego los productos de la cosecha anterior, como ofrenda y agradecimiento a los dioses. También era un momento propicio para realizar adivinaciones y consultar a los oráculos para tratar de anticiparse a los vaticinios del próximo año. Además de la hoguera -posiblemente identificada con el Dios fértil moribundo- se cree que un caldero era parte de los artefactos presentes en la ceremonia, el cuál de alguna manera simboliza el vientre de la Diosa Madre y el caos primordial, oscuro y desordenado, de donde ha surgido toda la creación. Estos Dioses suelen identificarse con la Diosa Cerridwen y el Dios Cernunnos.
Representación del Dios Cernunnos en una placa.
En este momento del año, justo después del atardecer, cuando el sol se dirigía hacia el reino de la noche, el umbral entre los vivos y los muertos se desintegraba y surgía la comunicación entre el Annwn, el "Otro Lado" y el mundo de los vivos, y mientras éste entraba en la oscuridad invernal, se creía que el otro se encontraba ingresando a la época del verano. Los ancestros muertos eran invitados a celebrar el comienzo del nuevo ciclo y se pensaba que éstos venían a la tierra de los vivos para brindar prosperidad y protección a sus familiares. De ahí que se dejaban abiertas las puertas y ventanas de los hogares para failictar el ingreso de estas entidades invisibles.
Vemos como en este particular momento festivo, la vida y la muerte coexistían sin restricciones de tal forma que la gente podía confiar en que a pesar de la próxima llegada del invierno con su frío soplo de muerte para las cosechas, podían contar con que la regeneración del la tierra y todos sus seres visibles e invisibles ocurriría al finalizar el ciclo, restituyendo las alegrías y los frutos de la siembra. Entonces, ¿qué podemos aprender de esta festividad y las costumbres no-tan-perdidas de estos pueblos?.
Decíamos al principio que, los Sueños son actualmente el remanente de aquello que aún no tiene una respuesta acabada para el entendimiento. Y al igual que la Muerte, es algo que o bien ignoramos o tratamos de espantar para que su invierno no mate nuestros frutos. Pero debemos aprender que el invierno llegará indefectiblemente, y en lugar de luchar contra la naturaleza y su eterna sabiduría, podríamos comprender que el mundo de los Sueños -aquél lugar desconocido al que nos dirigimos durante la noche, en donde habitan nuestros ancestrales fantasmas- es parte de nuestra historia personal tanto del pasado como de un potencial futuro aún no manifiesto. Ellos mismos estarán dispuestos a nutrir nuestra consciencia y brindarnos respuestas -claro que, si es que nosotros se los permitimos- y en lugar de temerles, los recibimos con una cálida bienvenida.
Reconstrucción actual de la celebración de Samhain.
Fuentes e imágenes:
http://www.paganspath.com/magik/samhain-history.htm
http://www.imbas.org/articles/samhain.html
http://www.cervantesvirtual.com/historia/TH/calendario_celta.shtml
http://www.hauntingivyhall.com/history.htm