27 de octubre de 2009

Samhain: El Sueño de una Noche de Invierno

Los Sueños representan el mundo moderno el aspecto más tangible de aquellas cuestiones que aún permanecen vedadas para las explicaciones que le dan peso y medida a todos los fenómenos, tanto celestes, terrestres y psicofísicos. Aún así, muchos tratan de ignorarlos, ya sea porque "no tienen tiempo" para ocuparse de su mundo interior o bien porque la voz más oficial que ha hablado de los Sueños -el psicoanálisis- ha dejado incluso de tener la autoridad de hace décadas atrás.

Como hemos reflexionado antes, podemos sumar a los Sueños con su hermana la Muerte como parte de ese "otro lado", al que la gente prefiere no adentrarse demasiado. Sin embargo, aún encontramos vestigios de sabiduría de otras culturas y pueblos -algunos ya desaparecidos, otros transformados y reformulados- quiénes no han temido acercarse a los misterios de la naturaleza humana y siempre han aceptado la vida y la muerte de manera tan natural y maravillosa (además de temerosa) como la salida y la puesta del sol o el ciclo de las estaciones. Tal es la esencia de la celebración del "Fin del Verano" para los Celtas.

Los registros arqueológicos remontan la celebración de esta fiesta hasta el siglo I DC a partir del descubrimiento de un calendario en la comunidad de Coligny dentro del departamento de Ain, Francia, en el año 1897. Se trata de una placa de bronce conocida como "Calendario de Coligny" de la que se rescataron 73 fragmentos y se cree que su tamaño original era de alrededor de 1,5m de ancho y 1m de alto. Allí se describen aspectos astronómicos y la confección de un calendario lunisolar, es decir, que ajusta los ciclos solares anuales a los movimientos de la luna para crear una sola forma de medir el tiempo. Por último, la placa de bronce fue escrita en caracteres románicos aunque denotando palabras en idioma gaélico y se la encontró junto a una estatua que suele identificarse con el dios greco-romano Ares/Marte.

Fragmentos del Calendario de Coligny. Encontrado en Francia -1897-



Dejando los datos técnicos para los interesados, la importancia de la fiesta que aún es celebrada el 31 de Octubre en el hemisferio norte ofrece un simbolismo riquísimo para nutrir nuestra imaginación. Su nombre es Samhain y actualmente se la suele identificar erróneamente con su versión cristianizada "Todos los Santos" y "Halloween", celebrada el 1 y 2 de Noviembre respectivamente. Salvo por los practicantes de las nuevas religiones o revisionistas que intentan recuperar los tesoros culturales de los celtas, son muchas las personas que olvidan el verdadero origen de Samhain. El nombre en su conjunto se traduciría como "Fin del Verano", ya que para el hemisferio norte, el mismo estaría finalizando aproximadamente el 21 de Diciembre. De esta manera, Samhain se anticipa al frío y el ciclo de mayor oscuridad que llegará en el Solsticio de invierno. De ahí que es probable que esta fiesta también se haya celebrado durante el comienzo de las primeras heladas, aún en temporada otoñal.

La celebración de
Samhain hoy la podemos entender en dos niveles que trabajan simultáneamente: por un lado se consagra el paso de la fase de máxima luz y calor estival hacia la etapa más oscura y fría del invierno. Pero también es en ese momento que las barreras entre el mundo de los vivos y el de los muertos (los ancestros) se debilitan para que ambos reinos tengan contacto y compartan esta festividad. Al mismo tiempo, se está evocando un mito cosmogónico (del origen del Universo) que se vivifica una y otra vez con esta fiesta ya que a su vez representa el fin y el inicio de un nuevo año según este calendario.

La Diosa Cerridwen y el caldero mágico de la regeneración.
Se cree que en esta festividad las familias se juntaban frente a una gran hogera y allí danzaban y cantaban al mismo tiempo que arrojaban al fuego los productos de la cosecha anterior, como ofrenda y agradecimiento a los dioses. También era un momento propicio para realizar adivinaciones y consultar a los oráculos para tratar de anticiparse a los vaticinios del próximo año. Además de la hoguera -posiblemente identificada con el Dios fértil moribundo- se cree que un caldero era parte de los artefactos presentes en la ceremonia, el cuál de alguna manera simboliza el vientre de la Diosa Madre y el caos primordial, oscuro y desordenado, de donde ha surgido toda la creación. Estos Dioses suelen identificarse con la Diosa Cerridwen y el Dios Cernunnos.


Representación del Dios Cernunnos en una placa.


En este momento del año, justo después del atardecer, cuando el sol se dirigía hacia el reino de la noche, el umbral entre los vivos y los muertos se desintegraba y surgía la comunicación entre el Annwn, el "Otro Lado" y el mundo de los vivos, y mientras éste entraba en la oscuridad invernal, se creía que el otro se encontraba ingresando a la época del verano. Los ancestros muertos eran invitados a celebrar el comienzo del nuevo ciclo y se pensaba que éstos venían a la tierra de los vivos para brindar prosperidad y protección a sus familiares. De ahí que se dejaban abiertas las puertas y ventanas de los hogares para failictar el ingreso de estas entidades invisibles.

Vemos como en este particular momento festivo, la vida y la muerte coexistían sin restricciones de tal forma que la gente podía confiar en que a pesar de la próxima llegada del invierno con su frío soplo de muerte para las cosechas, podían contar con que la regeneración del la tierra y todos sus seres visibles e invisibles ocurriría al finalizar el ciclo, restituyendo las alegrías y los frutos de la siembra. Entonces, ¿qué podemos aprender de esta festividad y las costumbres no-tan-perdidas de estos pueblos?.

Decíamos al principio que, los Sueños son actualmente el remanente de aquello que aún no tiene una respuesta acabada para el entendimiento. Y al igual que la Muerte, es algo que o bien ignoramos o tratamos de espantar para que su invierno no mate nuestros frutos. Pero debemos aprender que el invierno llegará indefectiblemente, y en lugar de luchar contra la naturaleza y su eterna sabiduría, podríamos comprender que el mundo de los Sueños -aquél lugar desconocido al que nos dirigimos durante la noche, en donde habitan nuestros ancestrales fantasmas- es parte de nuestra historia personal tanto del pasado como de un potencial futuro aún no manifiesto. Ellos mismos estarán dispuestos a nutrir nuestra consciencia y brindarnos respuestas -claro que, si es que nosotros se los permitimos- y en lugar de temerles, los recibimos con una cálida bienvenida.

Reconstrucción actual de la celebración de Samhain.






Fuentes e imágenes:

http://www.paganspath.com/magik/samhain-history.htm
http://www.imbas.org/articles/samhain.html
http://www.cervantesvirtual.com/historia/TH/calendario_celta.shtml
http://www.hauntingivyhall.com/history.htm

19 de octubre de 2009

Luz y Calor: El hechizo del Sueño

En la literatura fantástica, tanto como en el folcklore de diversos pueblos suele hablarse de encantos o hechizos que provocan el Sueño a los afectados o también aquellos que nublan el juicio y son dispuestos a la merced de sus conjuradores. Hoy en día se le ha quitado el romanticismo a estos cuentos para relacionarlos con la manipulación mediática, los cultos religiosos de grupos que conducen al suicidio masivo, y en otro extremo a las prácticas populares de "magia del amor" para atraer parejas o conquistar al corazón abandonado. Existe otro tema que podemos vincularlo al mundo de los Sueños y que al mismo tiempo pertenecería a este tipo de creencias y prácticas contemporáneas.

Recientemente acudí a un concierto de Rock, y volvieron a mí los mismos pensamientos que en situaciones similares ya habían llamado mi atención. Práctica muy usual en todo el mundo, los grupos musicales han construido puentes entre culturas que habían tenido poco contacto con el resto del mundo, a excepción de sus habitantes más próximos. También ha llevado la cultura del consumo y a la copia de una forma de vida particular, normalmente la de los países occidentales como los Estados Unidos, vocero internacional de la cultura contemporánea.

Más allá de enunciar una opinión a favor o encontra de estos hechos, podríamos considerar a esta experiencia como un estado intermedio entre el Sueño y la vigilia. En un concierto de música, los actores (quizás en el teatro también aunque de otra manera) si realmente saben como simpatizar con su público, causan tal efecto que cada persona allí presente abandona una porción de su individualidad y pasa a ser parte de la totalidad de personas, comandados por la experiencia de unirse -casi místicamente- con las palabras, los sonidos e imágenes que conforman al show.

Como una gota en el océano, la audiencia se funde en un cúmulo de sensaciones corporales intentando traducir el lenguaje de todas esas emociones intensas que desbordan los sentidos. No es extraño entonces confundir a cantantes como Jim Morrison (The Doors) con un Chamán o Sacerdote de las Masas. Ahora bien,
¿qué se puede decir de este estado similar al éxtasis y al Sueño placentero del cuál no quisiéramos despertar?

Las personas que se adscriben a posturas más moralistas, dirán que los presentes se colocan bajo un estado de sumisión ante otras personas, que podrían conducirlos a realizar actos perjudiciales para ellos mismos o hacia otros. Encontramos varios casos en donde se culpa a la influencia de ciertas bandas de rock por haber sido responsables de inducir al asesinato otras personas. En mi opinión, al igual que con muchos campos de la vida, un martillo puede ser utilizado como una herramienta útil tanto como para romperle la cabeza a otro ser vivo, la diferencia está en quién y cómo utiliza el martillo. Claro que estas comparaciones tienen sus límites cuando vemos que existen ideologías explícitas que promueven mensajes en contra de la vida en general.

A pesar de todo, considero que esta experiencia ha sido parte de la historia de la humanidad, y se ha manifestado de diferentes maneras, el problema estaría en que hoy en día, las barreras de la moralidad son muy flexibles y para aquellos que o bien aún están formando su identidad personal, o les resulta difícil desenvolverse en su entorno social, corren riesgo de ser atrapados por el ensueño de lo que a simple vista parece ser una hermosa sirena posada en un peñasco en medio del océano, que con su dulce voz atrae a los marinos incautos, pero en realidad se trata de una pesadilla que nos puede conducir a las profundidades.

Quizás, es una forma de probarnos a nosotros mismos (¿para qué?) y el secreto está en vivir la experiencia de unión con ese estado onírico colectivo, y luego volver a la fría soledad cósmica del individuo para evaluar al experiencia de los sentidos con la navaja de la razón.


"[...]La comunidad nos da calor, mientras que la soledad nos da la luz". Carl G. Jung: Sermo V - Septem Sermones ad Mortuos -





















9 de octubre de 2009

Mensajeros de los Sueños

Las diferencias entre Sueños y Visiones a veces suelen ser muy sutiles. Con esta entrada, pretendo inaugurar una sección en donde descubriremos los matices que existen entre estas dos formas de la imaginación.

En la historia de todas las culturas, y principalmente en la Occidental, en ocasiones ciertas producciones artísticas han sido inspiradas por visiones, producto de la imaginación en un estado distinto al de la vigilia. Estas personas, supieron canalizar aquellos fenómenos al convertirlos en obras que luego pudieran ser tanto admiradas como aborrecidas por la gente de todos los tiempos. Aún sin saber su procedencia, esta gente frecuentada por las visiones encontraron la manera de aplacar el impacto emocional que las mismas les producían. Algunos otros sencillamente no pudieron tolerar tales estados mentales y terminaron por presentar actitudes condenadas por la sociedad vigente, llevándolos a ser estigmatizados como "locos" o "dementes".

El caso de William Blake (1757-1827) podría decirse que es uno de aquellos en los que el arte le ganó a la locura. A este artista inglés se lo contextualiza como parte del movimiento intelectual y artístico que reaccionó en contra de los principios de la Era de la Razón, en los albores de la primer Revolución Industrial y el Iluminismo.

A la edad de 9 años les dijo a sus padres que había visto en uno de sus paseos "un árbol rodeado de ángeles". En otro momento indicó algo similar mientras se encontraba en un campo de heno junto a unos trabajadores al contar que vio "como ángeles caminando". Sin embargo, no le dio demasiada importancia a las visiones como tales sino hasta ser un adulto. En cambio, sus obras, tanto literarias como pictóricas están absorbidas por evocaciones de imágenes celestiales como siniestras que al parecer logró elevar sus visiones hacia el proceso creativo, quizás librándose de las consecuencias negativas que otros, a pesar de sus esfuerzos (hemos visto el caso de H.P. Lovecraft) no supieron convivir con tales fenómenos.

Los trabajos de Blake, tanto poemas como pinturas, aluden a la sensibilidad del alma y la conexión del ser humano con la naturaleza, tomándola como una entidad viva que se comunica con los mortales, mostrándole que ni siquiera él Hombre, con los ardides de la razón y la técnica, puede controlar en su totalidad a los elementos de la creación, de la cúal él también forma parte.

Muchos de los trabajos de Blake coquetean con la oscuridad de la mente. Encontramos por ejemplo, a "El fantasma de una mosca" (Ghost of a Flea), inspirada por una de sus visiones durante una sesión especialmente celebrada junto a su amigo John Varley -también artista- , con el fin de obtener algún tipo de comunicación con entidades de mundos invisibles. Allí dibujó un bosquejo de La Mosca - criatura mezcla de humana, vampiro y reptil - con quién también luego mantendría conversaciones acerca de cómo debería ser dibujada correctamente por el mismo Blake.

Esta criatura también le comunicó que las moscas fueron receptáculo de algunos personajes históricos o mitológicos como Moises o Voltaire, ya que naturalemente estaban dotados de "una natural sed de sangre y excesos".

A veces es díficil saber la naturaleza de las visiones inspiradoras; si es que están emparentadas con los Sueños o quizás con estados intermedios entre la vigilia y el mundo onírico como el hipnagógico, en cuyo momento los velos de los mundos se confunden.

Pero estas visiones también pueden entenderse ms que como habitantes de mundos invisibles , como contenidos de nuestra mente que son proyectadas hacia el exterior en forma de imágenes. La posibilidades son diversas, pero lo imporante aquí es que han morado desde siempre la mente de las personas en todas las culturas del planeta , y aún siguen allí, deambulando, y de vez en cuando nos comunican sobre los secretos de reinos olvidados por la especie humana. Misterios que siguen allí y aguardan al cauto viajero que desee develarlos, como guardianes de las puertas del Sueño, advirtiéndos o aconsejándonos.


Diario personal de William Blake


Notas:
Fig. 1: Retrato de W. Blake por Thomas Phillips (1807)
Fig. 2: "El fantasma de La Mosca". c.1819-1820, Londres.
Fig. 3: "Hecate" c.1795

Fuentes: http://www.blakearchive.org


30 de septiembre de 2009

El Amor y los Sueños

Tan extenso como el mundo de los Sueños, el Amor es otro de los misterios de la naturaleza humana que hasta el momento no existen explicaciones que puedan develarlo. Ya sea el amor contemporáneo, cargado de ambigüedades sexuales y androginia, el amor romántico, lo a atracción de un Ser por otro Ser y las consecuencias del tal proceso manifiesta la posibilidad de creativa como destructiva del ser humano. Genera guerras, crea arte, instiga traiciones y produce altruismos insospechados. El amor es uno -si no el más importante- de los propagadores de la historia de la humanidad entera.

En relación a los Sueños, notamos que las tramas amorosas son diversas pero quisiera destacar una obra en particular: El Sueño de Polífilo. Esta obra fue escrita en 1499 por el italiano Francesco Colonna bajo el título de Hypnerotomachia Poliphili. Otras traducciones del título agregan "Una lucha por el amor en los Sueños" para acercarse algo más a las intenciones del título en griego.

En este magnífico libro, originalmente valuado como objeto de lujo más que literario por la nobleza y la incipiente burguesía, el autor relata las aventuras de un joven -Polífilo, Lit. "Muchos Amores" - en busca de su amada Polia que inicialmente ha rechazado su amor. Esto desencadena una noche tormentosa para el joven que comienza su aventura onírica en una selva oscura en donde se encuentra con criaturas maléficas como dragones y lobos. Luego de salir victorioso de esta travesía pasa por un mundo subterráneo a través de una puerta que lo conduce a un maravilloso mundo arquitectónico con jardines de ensueño, fuentes, palacios en donde se celebran banquetes, juegos. En el camino es instruído en la sabiduría de la antigüedad, basada en la herencia greco-egipcia aunque de manera simbólica, ya que el autor del libro, como tantos otros, tenía a sus espaldas la mirada acusadora de la Inquisición.

El Sueño toma forma en esta obra como elemento indispensable para conseguir un fin: el amor de Polia. El amor no correspondido hacia el joven lo motiva a buscar incansablemente aquello que ha perdido y lo conduce por senderos inhóspitos pero también le enseñan los misterios de la naturaleza y del cosmos. El Amor, a través de los Sueños, propone una búsqueda por medio de la voluntad y la imaginación. Pero no hay que tomar a este amor como aquel egoísta de la posesión que lleva a otras historias como las de Helena de Troya y Paris. En este caso, el amor es transformado en algo positivo: el rechazo conduce a la búsqueda, siendo ésta la del conocimiento del Universo. Y en épocas -como en las que fue escrito este texto- en donde las correspondencias entre el mundo humano y el divino son máximas, el conocimiento del Uni-verso equivale al conocimiento del Uno-mismo.

El Amor es el impulsador, el motivo de la búsqueda, y los Sueños y la imaginación son la herramientas para adquirir el conocimiento. El rechazo de la amada, es el rechazo de la Sabiduría Universal hacia aquél que lo quiere para sí, por el sólo hecho de poseer. En cambio, para aquellos que buscan y tratan de comprender, el Amor que en principio apuntaba hacia otra persona, termina siendo un amor para consigo mismo, en paz con el resto.

Polífilo y Polia logran un encuentro final, gracias a la intervención de Eros que convence a la joven para que bese al despechado. Sin embargo, cuando el joven enamorado besa a Polia, ella desaparece en sus brazos y despierta de su transe. De forma similar, cuando nos encontramos disfrutando de las enseñanzas y experiencias en el mundo de los Sueños, en algún momento debemos despertar y retornar a la vigilia, y del mismo modo nos aferramos a nuestros recuerdos para que queden intactos y no se desvanezcan en el retorno.

Hypnerotomachia Poliphili . Versión en inglés. Formato .PDF

Hypnerotomachia Poliphili. Versión en inglés. FlipBook

Notas: Polia salva de la muerte a Polífilo con un beso. La imagen pertenece al Folio C5V del libro.






16 de septiembre de 2009

Dialéctica de los sueños

Si planteáramos un esquema en donde se pudiera representar espacialmente la forma en que las personas en el mundo contemporáneo suelen comprender la realidad y expresarla a través del lenguaje, nuevamente las dicotomías serían la manera indicada de realizar tal bosquejo. Y si incluyéramos nuestro eje temático preferido – los Sueños – notamos que encaja perfectamente.

En concreto, a lo largo de la historia de la filosofía y de las ideas, ha existido la tendencia de polarizar los puntos de vista a la hora de analizar un objeto (físico o abstracto). Así, encontramos a aquellas ideas, cosmovisiones, enfoques, paradigmas, modelos, etc. materialistas por un lado, y a los espiritualistas o idealistas en el otro extremo. Ambos modelos de abordaje de la realidad suelen ser completamente opuestos y acostumbran a negarse entre sí.

Este abismo entre espíritu y materia es producto de la diferenciación de la conciencia humana que fue adquiriendo a lo largo de los milenios. En este juego discriminador, lo vasto y lo sutil culminaron por separarse con el advenimiento de las ciencias y la razón como única forma legítima para abordar los misterios del universo y la naturaleza humana. Los unos se han declarado partidarios de un materialismo racional tratando de abordar como objetos a aquello que todo lo abarca como parte del cosmos polimórfico en todos sus niveles. Los otros, por su parte intentan explicar todo a través de leyes universales divinas que se aplicarían a todos los planos por el solo hecho de que la fuerza divina actúa de la misma forma en todos los niveles. “Como es arriba, es abajo” es el primitivo axioma del conocimiento que permite explicar el movimiento de los átomos a partir del vuelo de las almas y los misterios del universo extraplanetario.

Las leyes espirituales parecen flotar sobre las palabras de maestros iniciados de los cuales nada se sabe sino a partir de las mitologías y milagros que los caracterizan como tales. ¿Es posible salir de esta paradoja cícilica?.

Si bien las corrientes más espirituales o idealistas tienden a comentar que el mundo es uno solo y un Todo indivisible, en sus peripecias no parecen ir más allá de sus propias limitaciones. El mundo, el universo como manifestación multidimensional es un Todo, sí, pero nuestra percepción está caracterizada por la diferenciación, la discriminación y la separación de los pares de opuestos.

Y la manera de comprenderlos es contrastando unos con otros eternamente, olvidándonos de esa Totalidad de la cuál tanto los materialistas como idealistas hablan. Para conocer, sí es necesario diferenciar y discriminar una cosa de otra pero para comprender, la síntesis debe ocurrir. Entonces, ¿cómo comprender esa totalidad sintética?.

El lenguaje es la herramienta por la cual los seres humanos pasaron de ser cazadores-recolectores a “civilizados”. Y no es casual, como muy acertados afirman algunos que el lenguaje esté relacionado con el pensamiento, o más lejos aún, con la percepción del mundo. De esta forma, los pueblos primitivos aunque ya concientes de la realidad objetiva del universo percibieron el mundo a través de los dioses. Las fuerzas de la naturaleza, tanto como las fuerzas morales de los individuos fueron traducidas como figuras antropomórficas de dioses, con nombres que no solo daban una identidad sino una forma, un concepto para comprender “verdad”, “luz”, “lluvia”, “justicia”, “pecado”, etc.

Luego, con el advenimiento del monoteísmo, esos conceptos fueron unificados en uno solo con múltiples manifestaciones. Así “verdad” era equivalente a “dios es verdad” y luego el camino era obvio: si dios es verdad, y la verdad es un objetivo, entonces debo decir verdades, actuar con verdad y buscar la verdad. Así fue surgiendo la ética de los pueblos y con ella la clara percepción del bien, el mal, la justicia y la injusticia, a pesar de que en la práctica ninguna de éstas se mostraba con la misma claridad. Pero la consciencia había dado el primer paso hacia la supremacia de la abstracción lógica. No es que estos pueblos no supieran sobre lógica o carecieran de las funciones cognitivas necesarias para comprender el universo de manera abstracto-lógica sino que sencillamente, no era necesario. El mundo que los rodeaba era parte de su cotidianeidad y comulgaban con la naturaleza y las cosas a través de una comprensión total, en donde lo visible e invisible tenían la misma jerarquía lógica.

El camino ha sido arduo pero finalmente condujo a toda la humanidad, hacia la moderna capacidad de comprender el mundo mediante palabras y cosas. Sin embargo, los dioses siguen existiendo, al igual que la magia y la superstición. Y esto es porque el abismo entre materia y espíritu nunca fue resuelto a pesar de lograr la abstracción completa y la objetivación del ser humano.

Los Sueños y todo lo que ellos acarrean como valor conceptual, ocuparían un lugar intermedio en esta polarización, entre materia y espíritu, como un purgatorio de las ideas. La capacidad de estar en el mundo de la vigilia y luego poder deambular por los parajes oníricos, le brinda al ser humano la invaluable posibilidad de estar entre estos dos mundos que él mismo ha dividido y que actualmente coloca a los Sueños del lado de la ilusión más que de una realidad tangible.

El materialismo y la capacidad de abstracción racional nos ha dado mucho, pero nos ha quitado más, y es el producto de milenios de “evolución” como especie en conjunto. Sin embargo, debemos utilizar esta capacidad para lograr aquella síntesis de la cuál hablamos más arriba. Esto podría lograrse si empezáramos a percibir a los dioses como fuerzas y a las fuerzas como dioses. Pero no dioses externos sino dentro de cada ser como parte de esa totalidad primigenia llamada “dios”. Y una vez que comprendamos que no hay ni fuerzas ni dioses sino solamente hombres y mujeres en relación con el resto del universo material e inmaterial, entonces comprenderemos que la ilusión de la materia y el espíritu es una barrera a ser franqueada y así dejaremos de hablar de magia y supersticiones porque todo el universo entero de nuestra consciencia estará rodeado por magia. Las capacidades ocultas de la mente individual dejarán paso al fluir de la mente universal y la forma será el vehículo de la energía y la consciencia lo será de la supraconciencia.